miércoles, 23 de mayo de 2012

La justicia avala la decisión anticipada de un Testigo de Jehová de no recibir transfusiones

En un reciente fallo, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil se expidió sobre la validez del "testamento vital" firmado por un Testigo de Jehová para evitar recibir transfusiones de sangre. Al hacerlo, revocó la decisión del Juez de primera instancia que había ordenado cautelarmente realizarle la transfusión.


El hombre, que por su estado de salud se encuentra imposibilitado de expresar su voluntad en este momento, había confeccionado hace tres años un testamento vital para recibir atención médica en concordancia con sus convicciones religiosas. Esta herramienta para expresar la voluntad de manera anticipada es de novedosa recepción en Argentina, siendo prevista por la Ley 26.529 de Derechos del Paciente del año 2009.


Ante una medida cautelar que se solicitó para que la justicia autorice la transfusión a pesar de lo expresado por el propio paciente antes de perder el conocimiento, concedida en primera instancia, la Cámara revocó la medida. Para hacerlo, planteó el conflicto en este caso entre el derecho a la vida y el derecho a libertad religiosa y de conciencia. Apoyándose  en la doctrina de la Corte delineada en el fallo Bahamondez (Fallos, 316:479), le dio la prioridad a la libertad religiosa, aclarando que "existe una importante diferencia entre el contenido de la acción desplegada por el promotor o el cómplice de la eutanasia y el de la conducta del objetor de conciencia. Este no busca el suicidio, tan sólo pretende mantener incólumes las ideas religiosas que profesa. Por ello, la dignidad humana prevalece aquí frente al perjuicio que posiblemente causa la referida ausencia de transfusión sanguínea".


Creo que se trata de un fallo muy correcto, que sigue en la línea que viene estableciendo la Corte de respeto irrestricto a las decisiones que tomen los individuos en materia de religión o conciencia, aún cuando sus decisiones puedan aparecer como extrañas o irrazonables ante los ojos de las mayorías.


Aquí el fallo completo.

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